miércoles, 21 de mayo de 2014

RAZONES SAGRADAS PARA DEFENDER AL GOBIERNO.

Razones sagradas para defender al gobierno

Vivimos tiempos de inestabilidad, la amenaza de golpe es denunciada por altos voceros del gobierno. Las aguas, a pesar de unasur, del vaticano, de los llamados a la paz, no se aquietan. El momento precisa reflexión, lectura de la realidad y preparación de la Revolución para resistir la tormenta. Veamos.
Ha fracasado la estrategia de regresar a una democracia burguesa, donde reine una paz en la superficie aunque en el fondo impere la explotación y la violencia. Vanos los intentos de diálogo, insuficientes los regalos a los capitalistas, el dólar sigue alto, las fuerzas productivas no despegan, el entusiasmo no aparece… y la violencia hace presencia como arma política. Sin duda, hay una profunda crisis que no se resuelve con medias tintas. La realidad habla y pide rectificación hacia el Socialismo, esta Revolución no tiene otro camino.
Ahora estamos bajo estado general de sospecha de un golpe, los gringos lo aprueban, todos lo denuncian, tiene fecha, dicen que para junio. Es hora de desechar las ilusiones y prepararnos para el combate. ¿Cuántos funcionarios del gobierno, cuántos venezolanos crecieron bajo esta consigna? Es hora de ponerla en práctica, de desempolvar los viejos bríos, las enseñanzas de Jorge Rodríguez, de Fabricio, de Argimiro, de Américo Silva.
¿Qué hacer?
La primera condición de la preparación contra el golpe es dotar a la masa de razones sagradas por las cuales luchar, por las cuales defender al gobierno, razones que desde el sentimiento profundo guíen la batalla en las calles. Sólo el pueblo alzado, diciéndole, demostrándole al oligarca que la empresa golpista le saldrá cara, podrá derrotar la amenaza de golpe. Que sepa el oligarca que si se atreven, si se meten contra el Presidente Maduro, del capitalismo no quedará piedra sobre piedra, no habrá estabilidad, no podrán hacer aquí otra Honduras, aquí habrá combate hasta la instauración del Socialismo.  
Esa necesaria movilización de la masa sólo será posible si el pueblo humilde conoce al enemigo, al sistema capitalista y sus personalizaciones, y las bondades del Socialismo. Que sepa que no es un combate mercenario por prebendas materiales, sino que somos convocados para la empresa más grande a la que se puede convocar a un ser humano: para defender, para construir, un mundo donde todos vivamos como hermanos, el reino de Cristo, para darle a nuestros hijos un mundo donde sólo su capacidad sea el límite de su desarrollo.
Es necesario, entonces, decretar que ya el periodo de extender la mano al oligarca, al capitalista, fue superado. Ahora, sólo los humildes, los desposeídos, deben construir su destino, se demostró que oligarca no construye el mundo socialista que queremos.
Organizar a la masa, que los mejores entre los buenos formen los destacamentos de vanguardia, los primeros a la hora del sacrificio, los últimos a la hora de los beneficios, que su ejemplo guíe la lucha.
Debemos recordar al Comandante Chávez, sus enseñanzas, su ejemplo, la firmeza con la que derrotó al golpe de Abril, al Sabotaje petrolero, nunca conciliando.
El Comandante cayó en  combate contra la oligarquía, seguiremos su lucha. ¡Venceremos!
¡VIVA CHÁVEZ, VIVAN SUS HIJOS!
¡HORROR A LAS OLIGARQUÍAS!
¡AL CAPITALISMO NI TANTICO ASÍ!
¡UNIDAD EN EL SOCIALISMO!

elaradoyelmar@gmail.com
www.elaradoyelmar.blogspot.com

jueves, 1 de mayo de 2014

LA REALIDAD Y LA MESA DE PAZ.



Sin ser convocada, la realidad irrumpe en el diálogo y las mesas
Por: Toby Valderrama y Antonio Aponte | Miércoles, 30/04/2014 03:36 PM | Versión para imprimir
Los actores se pusieron de acuerdo, la actuación fue magistral. El país, espectador cautivado, asiste al desarrollo del nuevo pacto de punto fijo. El capitalismo puede dormir como un niño, ya no hay monstruos bajo la cama, ya no corre peligro.
Sin embargo, el protagonista principal, la realidad, no subió al escenario, no fue invitada a las mesas, se quedó tras bastidores, ni siquiera la dejan entrar a la obra paralela: las mesas de economía.
La obra de teatro que construye el nuevo pacto de punto fijo es sólo eso, una obra de teatro, una ficción a puertas cerradas sin espectadores. La realidad le quita todo el público… es más creíble.
Los obreros no pueden participar en la obra principal, sería riesgoso, para ellos reservan una opereta: repartir algunas reivindicaciones como es costumbre en ciertas fechas, subir un porcentaje el salario mínimo, pero todo con cuidado de no poner en peligro al sistema capitalista. Al contrario, se convoca a los obreros para que sean sus propios verdugos, para que no se escapen del inocuo economicismo.
La anterior obra de teatro, “el pacto de punto fijo primero”, que mantuvo al país embobado por medio siglo, dejó de ser instrumento para la dominación del capitalismo rentista, fracasó, perdió el control. Su momento culminante fue el gobierno de carlos andrés, aquella bonanza petrolera construyó una imagen de la “gran Venezuela” y una cultura saudita, una patología del consumismo, una gula que fue el entierro de los gobiernos que no podían saciarla. Después de aquella bonanza, la psiquis del país se trastocó.
La “gran Venezuela”, el “viernes negro”, fueron emblemas de los vaivenes de una Venezuela rentista y del fracaso estrepitoso del pacto de punto fijo. Los pactos socialdemócratas para dirigir la dominación capitalista, necesariamente, conducen al país a estallidos sociales engendrados en la época de bonanza.
Chávez fue una insurrección contra el capitalismo y contra la forma rentista que adquiere el capitalismo en Venezuela. El Comandante se dio cuenta rápidamente que el problema central no era la forma que adquiere el capitalismo, sino el mismo capitalismo, que el objetivo no era acabar con el “capitalismo rentista,” con el "rentismo burgués" sino con el capitalismo como sistema, allí se hizo Socialista y cambió a la política venezolana, nos trajo los aires de revolución, nos mostró el camino para la sanación.
Las mesas de diálogo y de economía que hoy padecemos, su objetivo, es francamente reaccionario. Es un intento por reconstruir un viejo pacto socialdemócrata ya superado por la Revolución Chavista. Si dan resultado, nos confinará de nuevo al ciclo bonanza-escasez, sólo estarán corriendo la arruga, la realidad hablará y será inevitable el próximo estallido social.
La contradicción de los pactos socialdemócratas conduce a estallidos sociales periódicos. Y cuanto más rica es la bonanza, cuanto más se derrocha, entonces, más se enferma a la sociedad y mayor será la magnitud del estallido social.
La única manera de solucionar este ciclo infernal es el Socialismo, el verdadero, el que sustituye la “lógica capitalista”. Sólo el Socialismo reordena a la sociedad enferma de consumismo, sólo él puede reencontrar al hombre con su condición humana y liberarlo de su condición de consumidor y consumido a la que lo condena el capitalismo.
Las mesas de diálogo, las mesas de economía,  son magia ya conocida, viejos trucos de viejos prestidigitadores que recitan una función desgastada, que nos conducirán tarde o temprano a la barbarie. La realidad política y económica pulveriza las ficciones.

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Toby Valderrama y Antonio Aponte